jueves, 7 de abril de 2016

LOSADA, RELOJ DEL ARSENAL DE CARTAGENA. HISTORIA COMPLETA Y CONCISA


Arsenal de CartagenaORGANIZACIÓN


Por Real Orden de 12 de Agosto de 1752, S.M., a través de su Secretario de Marina, el Marqués de la Ensenada, dispuso se hiciera la Puerta Principal en el lugar de mejor vista, instando al Ingeniero Constructor Sebastián Feringán a que edificara dicha portada distinguiéndola de las demás obras, según las reglas y proporciones correspondientes a un Arsenal y no a un palacio. La documentación y planos referentes a dicha Puerta se hallan custodiados en el “Archivo General de Simancas” en su Sección de Marina.
El 29 de Agosto de 1776, el profesor de relojería Francisco de Anestares, conocedor de que en el Arsenal se necesitaba un reloj de torre para ennoblecer aún más la entrada a tan magna obra, ofreció a la Junta Económica del Departamento Marítimo de Cartagena, presidida por el Capitán General Don José de Rojas, hacer el citado reloj bajo una serie de condiciones a las que mostró su conformidad la referida Junta, indicando que el reloj de campaña debía ser colocado en una torre levantada a tal efecto encima de la puerta de entrada del Arsenal. Las discrepancias surgidas ante determinados problemas técnicos, como el de los días de cuerda que habría de tener el reloj, que encarecía considerablemente el presupuesto de su instalación, propiciaron que esta obra no se llevara a cabo y quedara relegada durante varias décadas al olvido.
En 1857 se remitió desde el Colegio Naval Militar a este Arsenal un gran reloj de torre que no llegó a instalarse debido al enorme presupuesto, superior a los 30.000 reales de vellón, que requería la elevación de la torre y posterior colocación en ella del citado reloj. Una vez más lo costoso de la operación, unido a otras necesidades prioritarias del Arsenal, paralizaron la ejecución del proyecto.
Por Real Orden de 24 de Mayo de 1859, se autorizó al Capitán General del Departamento a que encargase al entonces Capitán de Fragata, Comisionado de Marina en Londres, Don Miguel Lobo Malagamba la adquisición en aquel país de un reloj torre según las condiciones previamente aprobadas en el pedido. Tras un tiempo de intensas gestiones, por fin se adquirió el reloj tan deseado por todos. Embarcado en Londres en el Vapor español “Jovellanos”, llegó a este Arsenal a principios de Abril de 1862. Una vez revisado, se comprobó que había llegado con dos de las cuatro esferas transparentes destrozadas, lo que originó la lógica disputa administrativa para ver quien debía hacerse cargo de los gastos de la recomposición de dichas esferas, retrasándose varios meses su instalación. Una vez reparado, el 28 de Noviembre de 1863 se remitieron a Madrid el presupuesto y los planos de la colocación del reloj de la puerta de entrada al Arsenal, sobre la torre edificada a tal fin, desechándose así a la idea de situarlo en el interior del recinto militar.
Por Real Orden de 9 de Diciembre de 1863, S.M. la Reina, considerando que dicha ubicación era la más económica y la que mejor contribuía al ornato público, sin menoscabo del servicio que estaba llamado a prestar a la Marina, aprobó los planos y el presupuesto que ascendía a 10519 reales de vellón, autorizando se emprendieran cuanto antes las obras necesarias para llevar a cabo el proyecto.
En oficio del día 6 de febrero de 1866, el Jefe del Arsenal Don Rafael Tavern Núñez, comunicaba al Comandante General del Departamento Don Antonio Estrada y González – Guiral haber quedado definitivamente colocado el reloj en la torre que se había construido a tal fin, sobre la triple puerta de entrada del Arsenal que quedó rematada en su parte superior por una galería corrida abalaustrada. Asimismo fue instalado el tubo conductor de gas que debía iluminar de noche las esferas transparentes. Con todas estas obras terminadas la gran portada de acceso al Arsenal adquirió en la práctica la fisionomía que tiene en la actualidad.

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LOSADA

Lo de la comunidad y tu artículo de la Plaquita, que yo digo que hubiera sido mejor una pegatina a cada lado de la Puerta de entrada por sol, que la leerían muchas más, personas (puedes escribirlo así).
Donde está sólo los relojeros del mantenimiento y la sra de la limpieza
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José Rodriguez de Losada Conejero

Murió en 1870, pero su obra ya es una pieza fundamental en el paso del tiempo.

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29/12/2014

González rinde homenaje a los relojeros de la Puerta del Sol






Lo dice la Comunidad, no fue un homenaje al Relojero Losada si no a los RELOJEROS de la puerta del Sol
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raquel p. vieco -

NO FUE UNA MULTITUD

NO FUERON 4, FUERON 3

¿ES ESO UNA MULTITUD?

Está instalada en la escalera de subida al reloj desde la última planta, no la ve nadie, sólo los relojeros y la señora de la limpieza

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Inaugurado en 1866 con motivo del cumpleaños de la reina, la Villa
de Madrid decidió honrar esas mismas navidades a Losada aprove-
chando que las campanadas de su nuevo carrillón iban a sonar por
primera vez en la Puerta del Sol el último día del año, ocasión que
aprovecharon los combatientes licenciados de la 
Numancia venidos
de toda España para reunirse con el relojero al objeto de agradecerle
el regalo recibido


En el Museo Naval de Madrid se exhibe una de estas sabonetas, en
este caso con las tapas en piedra verde sanguínea y un escudo naval
con la corona rematada en rubíes, regalo de Losada al Almirante
Méndez Núñez a su regreso de la batalla naval de El Callao, obsequio
que, en una versión más modesta, el relojero leonés tuvo a bien exten-
der a todos los miembros de la distinguida dotación de la fragata 
Numancia.

La idea cuajó y se extendió, de manera que cada fin de año la plaza
era punto de reunión de marinos licenciados, tanto de la metrópoli
como de las colonias, que de esa forma volvían a lucir sus uniformes
en dicha fecha dando lugar a una tradición que se mantuvo hasta no
hace muchos años.



José Rodríguez de Losada Conejero:

Murió en 1870,
pero su obra
ya es una pieza fundamental
en el paso del tiempo.

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