Recientemente el ínclito Tomás Gómez (Tomasito para los amigos), cabezota visible del PSOE madrileño y personaje inclinado a los resoplidos verbales, rebuznó ante un micrófono algo así como que “sus abuelos robaron la infancia a los españoles y ahora ustedes les roban la jubilación”, en clara referencia al PP, a sus recortes sociales y a sus supuestas querencias franquistas.
Lejos de mi intención defender a la manada pepera, que muchas razones hay para ponerla a parir, pero si hay algo que no soporto es la hipocresía, y el comentario de Tomasito es hipócrita como pocos. Y me explico. Más allá de la boutade política que busca desvalorizar al adversario, equiparar PP y Franquismo no deja de ser una maldad simpática; solo que ante la falta de verdaderos argumentos de peso, algunos dirigentes sociatas parece que alcanzan un orgasmo genital cada vez que vomitan sus “ingeniosas” ocurrencias con el ánimo de excitar los bajos instintos, los que se gestan en el fondo de los intestinos, allí donde se esconde la mierda. Es como si sintieran un agradable cosquilleo entre las piernas cuando manipulan a la gente con el argumento facilón de la derecha franquista, ocultando de ese modo sus propias y muy evidentes carencias. En mi opinión, esa obsesión enfermiza con el Franquismo en pleno siglo XXI es algo que deberían hacérselo mirar por un especialista.
Supongo que también tiene que ver con esa superioridad moral de la que hace ostentosa gala el PSOE, y que es más falsa que un duro de chocolate, porque en los últimos treinta años de democracia hemos soportado el gobierno del PSOE el doble de tiempo que el del PP y ya sabemos por triste experiencia que la política del PSOE es tan putrefacta (si no peor) que la de la malvada derechona. Desde luego, con frases como las de Tomasito, de tanta “altura intelectual” (nótese que es ironía, ¡eh!), no me extraña que el PSOE esté cayendo en un picado vertical que da vértigo.
¿Y dónde está la hipocresía?, preguntarán ustedes. Pues la hipocresía está, amigos míos, en que los del PP tienen abuelos franquistas, pero el PSOE también. Vean, si no.
José Luis Rodríguez Zapatero, más conocido como ZP o el Bobo de León. Suele presumir mucho de un abuelo militar republicano, que al final resultó no ser tan republicano. Según la hoja de servicios del capitán Juan Rodríguez Lozano, que así se llamaba el abuelete, y que se guarda en el Archivo Militar de Segovia, participó en la represión contra los mineros asturianos, dirigida por el general Franco en 1934. Su otro abuelo fue Decano del Colegio de Abogados de León y puntal del régimen franquista en esa provincia. Toma morena.
José Bono, ex presidente de Castilla-La Mancha y ex ministro de Defensa, era hijo de un alcalde falangista. Confesión del propio Bono, añado.
Alfredo Pérez Rubalcaba, alias Freddy el Químico, secretario general del PSOE y muy aficionado a los faisanes, a los gales y a todo lo que tenga que ver con las cloacas del poder. Hijo de un suboficial del Ejército del Aire franquista.
Mariano Fernández Bermejo, ex ministro socialista de Justicia, que gusta jactarse de ser “más rojo que mi apellido” (para quien lo ignore, bermejo significa rojizo). Hijo de un alcalde franquista, que además era jefe local del Movimiento falangista en Arenas de San Pedro (Ávila).
Juan Luis Cebrián, célebre periodista de PRISA muy afín al socialismo. Hijo de un falangista, y él mismo director de los servicios informativos de TVE en 1974, en los últimos años del Franquismo.
María Teresa de la Vega, alias la Momia de los Tiempos Prehistóricos, ex vicepresidenta socialista. Hija de Wenceslao Fernández de la Vega Lombán, un alto funcionario del Ministerio de Trabajo en época de Franco.
Leire Pajín, alias Morritos Calientes, ex ministra de nosequé del PSOE. Sus abuelos paternos eran los jefes del Movimiento falangista en Sabero (León). Ella, Aurelia Echevarría, era la jefa de la Sección Femenina de la Falange leonesa. Él, Teófilo Pascual Pajín Tejerina, llegó incluso a recibir un premio de los Sindicatos Verticales franquistas en reconocimiento de su labor como administrativo de una mina. Durante la Guerra Civil española combatió como falangista voluntario en la Segunda Bandera de Falange, adscrita a la octava división franquista.
José Antonio Griñán, presidente autonómico de Andalucía. Su padre, Octaviano Griñán Gutiérrez, fue miembro del Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado, acuartelado en El Pardo (Madrid). En otras palabras, que fue escolta de Franco.
Manuel Chaves, ex presidente andaluz y ex ministro socialista. Su padre Antonio Chaves Plá fue coronel de Artillería, condecorado por Franco.
En fin, para qué seguir. Que me canso, y como siga con la lista no acabo. Algunos lectores argumentarán que los hijos no son responsables de los pecados de sus padres, y en eso estoy de acuerdo. Pero quizá habría que recordarle eso mismo a Tomasito, pues si los sociatas no son culpables de las querencias franquistas de sus papis, supongo que estarán de acuerdo conmigo en que los peperos tampoco lo serán de las de sus abueletes. ¿O no?
Entonces, Tomasito, ¿en qué quedamos? Mira que si escupes al aire a lo peor te cae encima la baba. Capullín hipócrita.
.
CRÍA CUERVOS
Y
JUNTARÁS
UN
PSOE
© Arturo Álvarez Martínez – 2013
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario