miércoles, 23 de enero de 2013

182 - EL AGUA DE GRANADA ES LA MEJOR DE EUROPA ¿Y LA DE CABRERA?


La entidad internacional que evalúa la calidad del agua de consumo califica la granadina como excelente y le da la nota más alta, un sobresaliente

-
Los granadinos lo saben desde siempre, pero al parecer hace falta que alguien de fuera lo certifique. El agua de Granada es la mejor de Europa, que es lo mismo que decir del mundo. Es la conclusión a la que ha llegado el laboratorio Rodés, de la familia Oliver-Rodés, que desde hace tres generaciones, se encarga de evaluar la calidad del agua que se consume en la totalidad de la Unión Europea, y es la entidad que otorga el Certificado Rodés, que significa que el líquido elemento posee una altísima calidad. 

En el último estudio, en el que se han analizado las aguas de las ciudades de Europa, Granada saca la mejor nota, un nueve sobre diez, y obtiene un comentario de lo más elogioso: «Sabe bien, con cuerpo, y fresca de la nevera podría pasar por envasada», y le dan un sobresaliente. Ninguna otra ciudad está por encima, y por debajo se dan paradojas como que el agua de Santiago de Compostela saca un seis, la de Madrid un ocho, igual que en Bilbao, y la que más se aproxima a Granada saca un 8,5.

El consejero delegado de Emasagra, Sebastián Pérez, y el director de la empresa, Antonio Navarro, estaban contentos. «Es que se trata de una certificación que supone reconocer el trabajo que realizan desde hace años todos los técnicos y trabajadores de esta casa». Poseer el sello de Rodés y con la mejor nota, supone un espaldarazo para la proyección de la calidad Granada, según Pérez, que señala que el informe se ha publicado a nivel internacional bajo el título de «¿A qué sabe el agua? Los notarios del oro azul».

Nueva sede
Emasagra cambiará de sede. Construirá un nuevo edificio en la zona Norte, en un solar frente al Parque de Bomberos. «La actual sede, en la calle Molinos, se ha quedado pequeña y tiene inconvenientes de accesos y dificultades para que los trabajadores y los clientes dispongan de las infraestructuras suficientes para su trabajo y dar servicio a los granadinos», dice Sebastián Pérez, que ayer informaba que el nuevo edificio se construirá con el dinero que Emasagra obtendrá con la venta del palacete del Realejo, que pretenden venderlos para un uso hotelero. «Esta zona de la ciudad tiene las características necesarias para un hotel con encanto, y creemos que a pesar de la crisis, será posible obtener un buen precio por él», dice Pérez, que indica que la venta se hará mediante concurso público y se concederá al mejor postor.

Ahorro
El crecimiento hacia el área metropolitana de Emasagra, obliga a la empresa a poseer una sede que pueda dar servicio a la ciudad y también a los municipios del cinturón, y llegar hasta Molinos para un habitante de los pueblos, es realmente problemático. «Hemos buscado un sitio accesible para todos, con espacios para aparcamientos y donde la edificación pueda tener las infraestructuras modernas ».

El director de Emasagra mostraba ayer su satisfacción por el ahorro de agua y energía que se ha conseguido en el último año. «Hemos incrementado las extracciones de agua de pozos de la Vega, lo que sube el consume energético, pero a pesar de ello, la política de mejora de sistemas, localización de fugas y otros aspectos técnicos, nos han permitido ahorrar 2,5 millones de metros cúbicos de agua, lo que supone no tener que sacar tanta agua de los pozos con motores y ahorrar energía, lo que ha supuesto no producir 2.571 toneladas de emisiones contaminantes a la atmósfera», dice Antonio Navarro.

Emasagra, además, ha cumplido con las previsiones de invertir algo más de cuatro millones de euros en mejoras de redes, infraestructuras y producción.

Subirá el recibo
El agua va a subir. Eso es algo que nadie puede negar, pero por el momento Emasagra no ha decidido en qué proporción. «Será de una forma normal, pero hay que tener en cuenta que el incremento de los carburantes ha sido enorme, y eso repercute en la empresa». Sebastián Pérez afirma que la subida, «que será racional como lo ha sido cada año», se decidirá en septiembre, y no como ha dicho el PSOE «que ya la hemos hecho y el ciudadano tendrá que asumir los problemas de la empresa». Recuerda que el año pasado un recibo normal de una familia de cuatro personas subió alrededor de 0,60 céntimos, «que no es una subida abusiva en absoluto», dice.

Sebastián Pérez ofrece un dato. El coste de la energía necesaria para que funcionen los motores de los pozos es de alrededor de 1,5 millones de euros.

jegomez@ideal.es
-

No hay comentarios:

Publicar un comentario