miércoles, 29 de febrero de 2012

Hemeroteca: EL FISCAL PIDE IMPUTAR A DOS TEDAX DE MANZANO, POR MENTIR


11-M: El fiscal pide imputar a dos 'tedax' de Manzano por mentir

Por primera vez acusa a dos policías de encubrimiento por ocultar restos de los focos de las explosiones del 11-M.
REDACCIÓN HO / EL MUNDO.- El procedimiento contra el ex comisario jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano dio ayer un gran salto cualitativo. Por primera vez, la Fiscalía acusa a policías de cometer un delito de encubrimiento durante el 11-M: es decir, de ocultar pruebas al sumario de la matanza.
A petición del fiscal Conrado Sainz, la juez Coro Cillán ha citado como imputados por falso testimonio y encubrimiento al inspector jefe Rogelio Campos y al comisario Pedro Ríos, los dos del grupo de confianza de Sánchez Manzano, porque el representante del Ministerio Público cree que la declaración judicial que prestaron para exculpar al ex jefe de los Tedax es falsa. Y, principalmente, porque considera que participaron en la destrucción de las muestras de explosivo de los focos del 11-M y que esa conducta puede ser constitutiva de delito, lo que estrecha el cerco sobre el propio Manzano.
El número de imputados crece así por primera vez de dos -el propio ex jefe de los Tedax y su perito químico, contra quienes se dirige la querella del letrado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, José María de Pablo- a cuatro, pero la novedad sustancial está en la creciente implicación de la acusación pública en la causa que investiga la desaparición de los restos de dinamita que se recogieron en los trenes: ya en diciembre, la Fiscalía rechazó el archivo y reclamó que se continuase investigando hasta el final; y, ahora, toma la iniciativa para solicitar la imputación de dos policías.
Por dos delitos: primero, por falso testimonio; esto es, por mentir cuando negaron haber participado en el traslado de las muestras de explosivo del 11-M. Segundo, y más importante, por encubrimiento; es decir, que el fiscal ya acepta que el comportamiento de los tedax de la Unidad Central, la que dirigía Sánchez Manzano, pudo consistir en ocultar pruebas al sumario de la matanza y, por tanto, sería constitutiva de un posible delito castigado con una pena de cárcel de hasta tres años.
La acusación del fiscal representa, además, un espaldarazo para la versión que ofrecieron a la juez los tedax de la Brigada de Madrid, que denunciaron que sus compañeros de la Unidad Central, la que dirigía Sánchez Manzano, incumplieron durante el 11-M todos los protocolos habituales en la recogida y en el traslado de las muestras de explosivo, a la voz de un «aquí mando yo» del ex comisario jefe.
El resultado habría sido que, de las «toneladas» de restos que recolectaron, sólo llegaron al tribunal 23 pequeñas piezas, algunas inservibles y la mayoría lavadas con acetona, y se impidió determinar la marca de la dinamita que estalló en los trenes.
El ex inspector jefe Rogelio Campos -un especialista en NRBQ que abandonó la Policía para disfrutar de un puesto de directivo en Repsol- fue identificado por cinco artificieros de la Brigada de Madrid que declararon ante la juez como el hombre de confianza de Sánchez Manzano en la estación de Atocha. Según dijeron, pudieron verle asesorar al ex comisario -que no tenía formación en Tedax- sobre cómo llevar a cabo la recogida de los restos y que fue él quien transportó en persona esos restos en una furgoneta de la marca Nissan Terrano.
En su declaración judicial del 13 de abril, Campos contradijo esos testimonios tan precisos y aseguró que él nunca estuvo allí el 11-M, sino que se quedó analizando la información que sus compañeros iban recabando. También dijo que no es "anómalo" ni "va en contra de ningún protocolo" que las muestras se trasladen a la Unidad Central y que Manzano no ordenó que se destruyesen. La Fiscalía cree que miente y ahora está imputado por falso testimonio y encubrimiento.
En la misma situación queda el policía Pedro Ríos, otro especialista en NRBQ que fue ascendido recientemente al cargo de comisario jefe de Algeciras. Lo que declaró ante la juez fue que durante el 11-M, permaneció entre las 7.55 y las 10.30 horas en la estación de El Pozo, pero aseguró que no llegó a hacerse cargo de ninguna muestra ni recibió órdenes de Sánchez Manzano a ese respecto. Según afirmó, no formaba parte de las funciones del comisario destruir pruebas, por lo que se mostró convencido de que éste no realizó tal instrucción. Mintió, en opinión del fiscal.
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