#3
Es normal. A toda dictadura la existencia de alguien que recuerde que las personas tienen derechos por el simple hecho de ser humanos, que la ley está supeditada a estos derechos, y que ningún gobierno puede violarlos les incomoda. Todas las tiranías han intentado acabar con la Iglesia y mientras mayor ha sido la tiranía más saña ha empleado.
Para una dictadura no hay nada más fácil que tener una masa de engendros sin moral, que no protesten ante ninguna tropelía, es decir unos auténticos borregos a los que les dé igual todo mientras que no les afecten. Y la definición de eso son los ateos, personas que se consideran iguales a los animales, al no tener alma, o nada que los dignifique, para los que la moral no existe, ya que ni existe la libertad (todo está marcado por las leyes de la física y el libre albedrío no es más que una ilusión) ni los valores superiores porque esto es un mero accidente, y a los que sólo les importa su propia existencia. Por todo ello forman los borregos perfectos para cualquier dictadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario