De ser así se confirmaría la carencia de Estado de Derecho,
se justificaría el retraso
por haber necesitado un tiempo de tres años
para que la sociedad se adapte a la nueva situación,
de facto,
a fin de que no coja de sorpresa
la persecución del castellano,
y se pondría fin al espíritu de la Constitución de 1978:
paz y reconciliación dentro de la unidad de España.
Creo, además,
que ahí no va a detenerse el proceso,
ya hemos visto que se trata de lograr para los secesionistas
un gobierno independiente del resto de España
pero impositor de las reglas del juego para el resto de los españoles.
Nos falta el guía que impulsó todo este invento,
don Juan Carlos,
ya mayor y sin deseos o sin poder
para poder detener el proceso iniciado con el café para todos
y que va a terminar con porras para todos.
Cuando se magnifica una mentira
(secesionistas buenos y víctimas)
y otra
(integracionistas malos),
década tras década,
en libros de texto,
escuelas infantiles,
medios de comunicación, etc.
y se deja la educación de los niños y adolescentes
en manos de separatistas,
es lo que termina sucediendo,
pero ya es tarde,
son muchos años,
desde hace cuarenta,
que delegamos la educación en manos de nacionalsocialfascistas,
por aquello de la modernidad
y de la educación integradora.
Ahora,
no podremos evitarnos los gritos y las lágrimas.
De ser así se confirmaría la carencia de Estado de Derecho,
se justificaría el retraso
por haber necesitado un tiempo de tres años
para que la sociedad se adapte a la nueva situación,
de facto,
a fin de que no coja de sorpresa
la persecución del castellano,
y se pondría fin al espíritu de la Constitución de 1978:
paz y reconciliación dentro de la unidad de España.
Creo, además,
que ahí no va a detenerse el proceso,
ya hemos visto que se trata de lograr para los secesionistas
un gobierno independiente del resto de España
pero impositor de las reglas del juego para el resto de los españoles.
Nos falta el guía que impulsó todo este invento,
don Juan Carlos,
ya mayor y sin deseos o sin poder
para poder detener el proceso iniciado con el café para todos
y que va a terminar con porras para todos.
Cuando se magnifica una mentira
(secesionistas buenos y víctimas)
y otra
(integracionistas malos),
década tras década,
en libros de texto,
escuelas infantiles,
medios de comunicación, etc.
y se deja la educación de los niños y adolescentes
en manos de separatistas,
es lo que termina sucediendo,
pero ya es tarde,
son muchos años,
desde hace cuarenta,
que delegamos la educación en manos de nacionalsocialfascistas,
por aquello de la modernidad
y de la educación integradora.
Ahora,
no podremos evitarnos los gritos y las lágrimas.