martes, 2 de junio de 2009

ESPAÑA SECA EL ÚNICO BROTE VERDE QUE NOS QUEDABA, EL DÉFICIT EXTERIOR

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Cortoletraje

Introito

Dice LD

Elevado endeudamiento con respecto al resto del mundo

El déficit por cuenta corriente que desde hace 11 años sufre España está muy relacionado con la persistente pérdida de competitividad de la economía española y que desde enero de 1999 ha sido más de un 15%. Además, al comprar en el exterior más de lo que vendemos, necesitamos endeudarnos con el resto del mundo.

“Para financiar el déficit exterior España está apelando a los mercados financieros internacionales, es decir, endeudándose con el exterior. Esta necesidad de financiación es problemática en momentos de restricción del crédito como el actual. Ahora las economías más vulnerables son aquellas que, como España, dependen más de la financiación internacional”, explica Rafael Pampillón.

Esto genera problemas tanto para el sector privado como para el público. Una muestra es las dificultades que están teniendo las entidades financieras españolas para colocar deuda en los mercados, lo que ha obligado al Estado a tener que avalarlas.

El proceso costará caro a todos los contribuyentes, porque en realidad supone gastar un dinero que no está en las arcas públicas. Se fía a las futuras recaudaciones de impuestos y rebajas de prestaciones sociales el pago de la factura.

A este respecto el profesor del IE señala que “España está pagando y tendrá que seguir pagando en el futuro todas esas deudas generadas (acumuladas), durante los últimos años. Se trata de un continuo aumento de la posición deudora con respecto al resto del mundo”

¿Se puede reducir el déficit exterior?

En estas circunstancias de escasez de crédito, es decir, de financiación difícil y costosa, es más necesario que nunca atraer inversión extranjera que permita financiar de forma más fácil y barata el elevado déficit exterior y mejorar la competitividad de la economía española para reducir el déficit externo.

Aunque parezca muy simple, solo hay dos maneras de reducir el déficit, tal como explica Pampillón: importando menos o exportando más. La primera opción hay que descartarla de entrada, ya que limitar las compras de bienes y servicios del exterior es una medida proteccionista que, aunque puede parecer buena a corto plazo, es una bomba de relojería en los cimientos de cualquier economía.

Por lo tanto, la única vía que está disponible es la de potenciar las exportaciones, algo muy difícil de conseguir en un entorno como el actual, con caídas de doble digito del comercio mundial. La bajada de precios en España podría ser una salida a este problema, lo que aumentaría la competitividad, pero para ello son necesarias reformas estructurales que el Gobierno no desea realizar.

Finalmente no se puede olvidar la importancia del coste energético. La dependencia del exterior de España por este concepto es brutal. Importamos el 85% de la energía que consumimos y, ahora que están subiendo los precios del gas, la electricidad y el petróleo, será aún más difícil no recurrir a los mercados internacionales para evitar el desplome de la actividad, tal como avanzó LD.


http://www.libertaddigital.com/economia/espana-no-logra-curar-su-adiccion-al-credito-exterior-1276361010/

Comentarios

¿Se puede reducir el déficit exterior?

En estas circunstancias de escasez de crédito, es decir, de financiación difícil y costosa, es más necesario que nunca atraer inversión extranjera que permita financiar de forma más fácil y barata el elevado déficit exterior y mejorar la competitividad de la economía española para reducir el déficit externo.

Aunque parezca muy simple, solo hay dos maneras de reducir el déficit, tal como explica Pampillón: importando menos o exportando más. La primera opción hay que descartarla de entrada, ya que limitar las compras de bienes y servicios del exterior es una medida proteccionista que, aunque puede parecer buena a corto plazo, es una bomba de relojería en los cimientos de cualquier economía.

Por lo tanto, la única vía que está disponible es la de potenciar las exportaciones, algo muy difícil de conseguir en un entorno como el actual, con caídas de doble digito del comercio mundial. La bajada de precios en España podría ser una salida a este problema, lo que aumentaría la competitividad, pero para ello son necesarias reformas estructurales que el Gobierno no desea realizar.

Finalmente no se puede olvidar la importancia del coste energético. La dependencia del exterior de España por este concepto es brutal. Importamos el 85% de la energía que consumimos y, ahora que están subiendo los precios del gas, la electricidad y el petróleo, será aún más difícil no recurrir a los mercados internacionales para evitar el desplome de la actividad, tal como avanzó LD.

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