El despilfarro público es una de las lacras que parece que nos siguen como otras tantas cosas que funcionan mal en nuestra sociedad. Pero lo que más llama la atención es que ni con la crisis económica nuestros políticos han sabido cerrar el grifo a los gastos más superfluos y disparatados. De nada sirvió la 'lección' de Touriño, golpeado por sus coches de lujo, sus sillones de 'oro' y sus estancias reformadas a precio de locura. Todo sigue igual y hay que señalar, de nuevo, al PSOE.
Y es que nos hemos visto bombardeados por dos nuevas noticias de despilfarro. Quizás el caso que más indignación puede provocar es el que está relacionado con el mismísimo presidente del Gobierno. Zapatero, por mucho que hable de austeridad y de compromiso ante la crisis, va a gastar, según el diario La Razón, 350.000 euros, casi 60 millones de pesetas, en acondicionar y preparar para la temporada de verano el jardín del palacio de La Moncloa.
Este periódico habla de "autorización", pero en todo caso, aunque no sea una iniciativa del presidente y líder socialista, su deber o el de sus asesores es conocer la cuenta final del servicio de jardinería propio de un cuento medieval de reyes árabes.
La otra noticia nueva que llega es sobre la ministra de Fomento. Según El Semanal Digital, Magdalena Álvarez, en plena crisis, se ha convocado un concurso público para remodelar parte de las dos últimas plantas de su sede ministerial, en los Nuevos Ministerios de la Castellana. La causa sería que "los cambios de plantilla acontecidos recientemente en diversos departamentos del Ministerio de Fomento precisan la redistribución del espacio de trabajo".
El caso es que el coste de estas obras asciende a más de 700.000 euros y, aunque pueda parecer una obra necesaria para el personal del departamento, también incluye la renovación de los despachos de altos cargos, que incluyen climatización y reformas. Especial miramiento debería tener Álvarez, una de los ministros peor valorados de todo el gabinete de Zapatero. Pro ni por ésas ni por la crisis.
Lo que queda, más allá de estos dos casos, es que no termina la avalancha de despilfarros que continuamente la prensa ayuda a hacer públicos. Ni los polémicos casos en Galicia con el ya ex presidente Touriño, ni en Cataluña con el republicano Carod-Rovira, ni anteriores ejemplos en el Gobierno central han servido de mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario