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Tomado de Libertad Digital
Güemes recordó que ya durante la inauguración del hospital Infanta Cristina de Parla los sindicatos y cargos electos de IU y PSOE intentaron boicotear la puesta en marcha del hospital.
"El PSOE sabe que Madrid ha hecho un esfuerzo sin precedentes" para mejorar la sanidad pública y rebajar las listas de espera.
Denunció que la izquierda lleva la misma estrategia desde hace diez años. "Durante la campaña llevaban un lema en el que decían a los madrileños que iban a tener que entrar con tarjeta de crédito en los hospitales.
Mientras la izquierda repetía ese mensaje hemos abierto diez hospitales frente al cierre de hospitales públicos de los socialistas.
Desafío a los líderes de la izquierda a que me presenten uno solo paciente que haya tenido que enseñar algo distinto a la tarjeta sanitaria para ser atendidos".
Explicó el consejero que los que protagonizan los altercados en los hospitales son liberados sindicales de UGT y CCOO. En particular se refirió a un sindicalista vociferante que le increpó este lunes en el Puerta de Hierro.
"Este señor se perdería por el hospital donde estaba insultado.
No es medico ni sanitario, pero iba disfrazado con una bata blanca.
Esta misma persona ya protestó
contra Romay,
contra Villalobos,
contra Ana Pastor,
contra Lemela".
Güemes preguntó a los sindicatos que "me digan una comunidad que haya hecho un mayor esfuerzo en mejorar la sanidad publica,
que haya abierto
8 nuevos hospitales
y 56 centros de salud,
que garantice que cualquier ciudadano
no se vea esperando más de 30 días.
Desafío a que me muestren una gestión sanitaria mejor",
y les retó a que hagan frente a las "amenazas"
que hicieron a los ciudadanos durante las campaña electorales.
"Es evidente que CCOO y UGT han aceptado la subcontrata de hacer el trabajo político al gobierno de Zapatero",
denunció el consejero de Sanidad, que mostró su extrañeza de que en plena crisis los sindicatos estén dedicando su esfuerzo a insultar al Gobierno de Aguirre.
"Su trabajo como liberados, sin tener que cumplir ninguna jornada laboral, ¿no es defender los derechos de los trabajadores?".
Güemes se refirió a unas declaraciones del secretario general del PSM en las que Tomás Gómez decía que el consejero tenía mal de ojo.
Reveló entonces que el día anterior a la inauguración del hospital de Parla, municipio del que es alcalde Gómez, le invitó.
"No sólo me dijo que no iba a ir, sino que me dijo que si iba yo, iba a tener un lío.
Efectivamente,
al día siguiente nos intentaron agredir.
En las imágenes estaban los de siempre,
pero también algún cargo electo del PSOE y de IU.
Tomás debería ser más prudente.
La política de la izquierda es:
primero te mando a los liberados,
luego te hago culpable del altercado
y luego te critico por el altercado".
También criticó el consejero de Aguirre que los sindicalistas, como los funcionarios, se reserven el derecho a elegir entre la sanidad pública y la privada, pero les nieguen esos derechos al resto de los ciudadanos.
"Muchos líderes de la izquierda llevan a sus hijos a colegios concertados pero no lo quieren para los ciudadanos.
El más sonado es el caso de Pepe Blanco, que lleva a sus hijos a un colegio privado y hace muy bien en llevar a sus hijos a dónde considere que van a recibir la mejor educación, pero es que además no se estudia Educación para la Ciudadanía porque sigue un programa británico.
El problema es que Blanco no quiere eso para el resto de los españoles.
¿Qué mosca les ha picado a estos tíos de la izquierda que no quieren para los demás lo que quieren para sí mismos?,
¿qué ideología puede amparar semejante actitud?,
se preguntó.
Seguidamente, Güemes reveló que Tomás Gómez está buscando casa en el noroeste de Madrid donde gobierna el PP históricamente, "después de destrozar Parla". "A ningún dirigente socialista se le ocurre vivir en un municipio dirigido durante mucho tiempo por el PSOE". Insistió en que tanto el caso de Gómez como el Blanco es legítimo. "Lo que repruebo es que no quiera para los demás la capacidad de elección que quiere para sí mismo".
En cuanto a los Presupuestos, el consejero madrileño denunció que Zapatero se niega a reconocer la existencia de un millón de madrileños,
por lo que la deuda acumulada asciende a más de 3.000 millones de euros. "Zapatero lo hace guiado por el sectarismo
y la deslealtad con los españoles que le caracteriza".
Dijo que la negativa de reconocer la población real la hace también Zapatero con Valencia, Andalucía y Cataluña,
pero en las segundas,
"como están gobernadas por el PSOE"
ha hecho arreglo bilateral:
"deuda histórica y estatuto".
"La estrategia de Zapatero pasa por encima del principio más básico de la gestión,
se aferra al sectarismo más vergonzoso de toda la democracia".
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