martes, 9 de marzo de 2010

MEMORIA HISTÓRICA ANTIGUA, LAS COSAS DEL ALAKRANA

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El Confidencial
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De cómo lo que podía salir mal acaba saliendo… peor

piratería, Somalia, Alakrana

@Federico Quevedo - 14/11/2009

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¡Me encantan las Leyes de Murphy, o los Principios de
Peter! Tanto da que da lo mismo. ¿Saben aquel que
dice que el pan untado de mantequilla cuando cae
al suelo inevitablemente lo hace del lado de la
mantequilla? Bien, pues hay uno mejor que dice
que cuando gobierna Rodríguez, si una cosa
puede salir mal, inevitablemente sale peor.
¡Parece que se empeñan en que todo se les tuerza!
Y cuando el agua les llega al cuello, cual infantes
en patio de colegio se ponen a jugar al ‘tú la llevas’
mientras las vidas de un puñado de compatriotas penden
de un hilo en las lejanas aguas de Somalia.

Uno ya no sabe a qué atenerse y no sé que es peor,
si pensar que estamos en manos de una pandilla de
inútiles desorientados, o comprobar que se trata de
unos osados que encima se creen que están haciendo
las cosas bien. Esta pobre gente lleva más de cuarenta
días soportando un secuestro inhumano, y sus familias
ese mismo tiempo sometidos a la presión de la
incertidumbre y el miedo, y durante todo este tiempo
el Gobierno de Rodríguez les ha ninguneado…
Es más, durante semanas el secuestro ha
ocupado un segundo o tercer plano en las
prioridades del Ejecutivo
… Hasta que no ha
tenido más remedio que ponerse las pilas,
porque si bien es cierto que el secuestro en
sí no tiene consecuencias electorales –y ése es
el único cálculo que en todo esto hace el
Gobierno-, un desenlace fatal del mismo podría
ser desastroso, y esa posibilidad empezó a
cobrar fuerza en el momento en el que los
piratas elevaron sus exigencias a una con
la que el Gobierno no contaba: la liberación
de los dos piratas retenidos en nuestro país.

Un lío de narices que tiene su origen en una
de esas inmensas estupideces, fruto de la
improvisación, a las que nos tiene acostumbrados
este Gobierno. Verán, vericuetos legales al margen
–no porque no sean claves, sino porque son
demasiado farragosos para exponerlos en estas
líneas-, lo cierto es quea los dos piratas somalíes
había que haberlos dejado prudentemente
en Kenia
ya que es el ámbito judicial que la
Comunidad Internacional acepta como tal para estos
delitos de piratería.

Sin embargo, en uno de esos arranques de insensatez
propios de la pandilla de inútiles que rodea a Rodríguez
–de la que, obviamente, él como Inútil Mayor es el jefe-,
alguien decidió dar la orden a la Abogacía del Estado
para que trajera a España a los dos corsarios, pero
una vez en nuestro país el asunto se complicó
considerablemente. Y no me refiero al tema de la
edad de uno de ellos, que bastante coña marinera
ha traído consigo, sino al hecho de que una vez aquí,
el traslado a Kenia resultaba ya casi imposible porque
nuestras leyes son nuestras leyes y hay que cumplirlas.

El juego de ‘tú la llevas’

Ahora, cuando es evidente que esa decisión fue un
error mayúsculo, se tiran los trastos a la cabeza
entre todos ellos. Primero le echaron la culpa a la
Audiencia –Garzón mediante, siempre hay un juez
dispuesto a salir en todas las portadas-, pero como
la Audiencia, de modo absolutamente inaudito, le
ha cantado las cuarenta al Gobierno, ahora se tiran
los trastos entre De la Vega, Caamaño yChacón,
mientras Moratinos practica el noble ejercicio de
la diplomacia con las nobles autoridades de ese
gran estado moderno que es Somalia. Vamos, para
correrlos a boinazos. ¡Ah! Pero como la boñiga ya es
imposible de ocultar porque apesta a kilómetros,
el Gobierno recurre a lo que mejor sabe hacer, que
es intentar taparle la boca a todo el mundo,
desde la oposición a los medios de comunicación,
pasando –por supuesto- por las familias.

Siempre recurren a lo mismo: Cuando el Gobierno
negaba la crisis y los demás la advertíamos,
entonces éramos unos antipatriotas. Cuando
queremos que se investigue el caso del Bar Faisán
y se asuman responsabilidades políticas, entonces
somos unos desleales con la lucha antiterrorista
–cuando menos, nuestra deslealtad será menor
que la de quien se chivó a ETA, digo yo-.
Si ponemos en duda la legalidad del uso de la red
de escuchas Sitel, entonces estamos situando bajo
sospecha la actuación del Gobierno y las Fuerzas
de Seguridad del Estado –como si después de las
condenas por escuchas ilegales y por el crimen de
Estado del felipismo pudiéramos poner la mano
en el fuego por un Ejecutivo en el que su titular
de Interior se llama Alfredo Pérez Rubalcaba-.
Y si criticamos al Ejecutivo por su no-actuación en
la crisis del Alakrana, entonces es que les hacemos
el juego a los piratas, que debe ser que no viven
esperando que les pasen cada mañana el resumen
de prensa de los medios nacionales.

Hombre, como broma ya está bien. Lo que tendría
que hacer este Gobierno, en lugar de preocuparse
tanto por lo que de él se dice en los medios de
comunicación, es reconocer sus errores e
intentar enmendarlos
, y menos exigir
comportamientos que, desde luego, el PSOE
nunca tuvo cuando quien gobernaba era el PP
y tenía que enfrentarse a otras crisis que también
hubieran requerido mayor lealtad institucional por
parte de la oposición. Pero tanta hipocresía,
tanto cinismo y tanta inutilidad, acaba pasando
facturas y empeorando las cosas.

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